viernes, 28 de septiembre de 2007

Tiempos Narrativos

Pasado

Sus ojos se abrieron de nuevo, y su mente que aún se incorporaba, rezaba para que aquellos últimos recuerdos que la embargaban, fueran nada más despojos de un mal sueño. Aquella luz. No había duda, todo había sido cierto y los dados que se encontraban tirados en el piso así lo confirmaban.


Presente

Sus ojos se abren de nuevo, y su mente lentamente se incorpora, mientras reza para que aquellos últimos recuerdos que lo embargan fueran nada más despojos de un mal sueño. Aquella luz, no hay duda, todo es cierto y los dados que se encuentran tirados en el piso así lo confirman.


Futuro

Sus ojos se abrirían de nuevo, y su mente que aún se incorporaría, rezaría para que aquellos últimos recuerdos que lo embargarían, fueran nada más despojos de un mal sueño. Aquella luz, no habría duda, todo seria cierto y los dados que se encontrarían tirados en el piso así lo confirmarían.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Story Board

Inicio:

Eric es un muchacho de aproximadamente 24 años, el cual vive la vida de una manera desenfrena, siempre tratando de autodestruirse, consumiendo toda las drogas que tuviera a su alcance; las cuales eran muchas gracias a su oficio de Dj.

Primer Punto de Giro:

Eric conoce a una mujer a la madrugada de lo que había sido un día lleno de rumba y drogas. Este recibe de la mujer una pastilla, la cual no parecía ninguna droga conocida, pero no vacilo en tomarla, pues ella era hermosa. Minutos después de ingerir la pastilla, al sentir que se le empezaba a dificultar la respiración, Eric trata de dirigirse al exterior del club en el que se encontraba y se desploma en la puerta de servicio. Este es victima de una sobredosis, la cual lo hace entra en un coma, el cual lo lleva a enfrentar a sus demonios, a través de las alucinaciones que sufre.

Segundo Punto de Giro:

Después de varios meses, en los que Eric permanece en un coma profundo su familia decide desconectarlo. Este a través de una de sus alucinaciones escucha la decisión de su familia y se emprende en una pequeña misión para tratar de despertar antes de que lo desconecten.

Desenlace:

Eric despierta del coma, pero no es el mismo de antes, sus ojos ven mas que antes, ven un mundo que anteriormente estaba oculto a sus ojos; los demonios de sus alucinaciones realmente eran demonios.

miércoles, 29 de agosto de 2007

El Cuarto

Sus ojos se abrieron de nuevo, y su mente que aun se incorporaba, rezaba para que aquellos últimos recuerdos que la embargaban, fueran nada más despojos de un mal sueño. Aquella luz, no había duda, todo había sido cierto y los dados que se encontraban tirados en el piso así lo confirmaban.

Todo era tal y como lo recordaba en sus sueños; La alfombra roja que cubría el piso, la cual despedía ese olor entre amargo y agrio característico del vomito humano. Esas paredes verdes, que cada vez que las miraba parecía que se movían frente a sus ojos. Y aquel techo azul, que habría hecho sin ese techo azul, talvez los días nunca hubieran tenido fin.

Lentamente se sentó como lo había hecho infinidad de días antes y procuro no estallar en llanto como lo hacia antes, ni estallar de ira como lo hacia ahora. Eric se paro y se dirigió al pequeño baño, aquel que lo libro de haber empezado a utilizar su imaginación para disponer de sus desechos. Se miro en el espejo aunque últimamente trataba de no hacerlo. Salio de nuevo al cuarto y observo el reloj que se encontraba incrustado en la pared sobre la cama. Como deseaba que fuera un reloj digital, pues los ruidos internos de esta maquina del tiempo estaban por volverlo loco. El reloj marcaba las siete menos cinco, lo cual indicaba que se acercaba la hora de tirar los dados.

Pasaron los cinco minutos y Eric se disponía a tirar los dados cuando de la puerta se escucho un ruido. La perilla se volteo y la puerta revelo la silueta de una pequeña niña que entraba al cuarto. La puerta se cerro detrás de ella, mientras su pequeña voz le decía "Eric detente, el tiempo de esta prueba ya ha paso y has fallado, ahora es mi turno.”

viernes, 24 de agosto de 2007

viernes, 17 de agosto de 2007

Dialogo

Eric: Yo… yo… yo conozco este cuarto.
Mujer: Pues deberías
Eric: ¿De que estas hablando?
Mujer: De tu destino, este es tu destino.
Eric: ¿Como? No, yo quiero salir de aquí
Mujer: Es muy tarde para eso.
Eric: ¡Alguien abra esta puerta… auxilio… auxilio!!!
Mujer: Es inútil, nadie puede escucharte. Donde tu estas, no es en realidad donde crees que estas.
Eric: ¡Cállate… cállate… déjame salir de aquí!
Mujer: Eso en realidad no depende de mí, depende de ti.
Eric: ¿Qué es eso? ¿Que tienes ahí?
Mujer: Esta es tu salida, tu única manera de salir de aquí.
Eric: Acaso crees que esto es un juego. ¿Qué, tengo que sacar un par para salir de aquí?
Mujer: No, es aun más sencillo. Si sacas un nueve me tendrás a mí y podrás salir de aquí, pero si por el contrario sacas un siete, esto que ves será tu morada hasta que los dados vuelvan a marcar este numero que te encerró aquí.
Eric: ¿Qué… Estas hablando enserio? ¿Quien demonios eres tú?
Mujer: Si, algo por el estilo. Ahora tira los dados tu tiempo ha llegado.
Eric: ¡No¡ Dame otra oportunidad.
Mujer: Tranquilo, la vas a tener. Todos los días, cuando este reloj marque las siete podrás volver a tirar los dados para tratar de conseguir tu libertad.
Eric: Espera… no me dejes aquí. ¡Dios mió ayúdame!

Los Dados

La última vez que vio la luz del sol, fue el día siete, también fue la primera vez que vio esos dados que ahora lo atormentan. Les presento a Eric, aunque pueda que lo conozcan más de lo que ustedes piensan con el simple hecho de mirar esta imagen; ya que el mayor rasgo y pista sobre quien es se encuentre en su rostro, el cual siempre tiene algo que ocultar, lo cual usualmente hace la oscuridad.
No hace mucho, Eric era un muchacho casi totalmente normal y digo casi, por que desde el momento de su nacimiento él sabía que así como vivió los primeros días de su vida, así los terminaría, encerrado. Esto hizo que Eric se convirtiera en una especie de parasito, siempre aprovechándose de todo lo que encontraba a su alrededor, nunca mirando atrás, como si tratara de huir de algo que lo persiguiera. En esta carrera interminable dejo atrás a todos los seres, cuyo amor hacia el podía ser sincero, solamente rodeándose de otros parásitos, que así como el, solo reciben y no dan. De esta manera termino convirtiéndose en un Dj (no es que tenga nada en contra de ellos, simplemente me limito a contar la historia), talvez era el hecho poseer el control sobre los deseos de la gente, o simplemente el hecho de verlos moviéndose a su voluntad, era lo que le gustaba.
Esta era su vida, una cloaca oscura en la cual se esconden infinitas caras, infinitos rostros, todos lo conocen, todos lo olvidan, el es un rey y un esclavo. Pero aun así aquí se esconde, huyendo de la prisión que poco a poco se acerca y talvez la portadora de esta sea una cara en la oscuridad.
Así llego el día siete, en los ojos de una mujer encantadora que pareciese que hubiera sido hecha para el. Sus palabras, su aroma, todo era perfecto, demasiado perfecto; el movimiento de sus piernas marcaba el camino, el ultimo camino que habría de recorrer. ¿Traspasaría el lumbral de la puerta? ¿Seguiría a esta mujer al interior de ese cuarto? Talvez si hubiera recordado el primer instinto que tuvo al nacer, no lo hubiera hecho, pero lo hizo y atrás de el se cerraba la puerta y con esta el gran declive que fue su vida.
Sentada sobre la cama con una absoluta confianza la mujer estiro su mano, dándole a conocer a Eric los dos objetos que terminarían por regir su vida. 1, 2, 3, 4, 5, 6, nunca estos seis dígitos habían tenido tanta importancia. Si los dados marcaban el nueve, Eric tendría a esta diosa y podría escapar de esta prisión tenebrosa; si los dados marcaban siete Eric tendría que permanecer en este cuarto, hasta que los dados volvieran a marcar el siete.
Siete meses han pasado y aun cada mañana Eric tira los dados, siempre esperando, siempre deseando, aun sin saber que este juego que juega hace mucho que lo perdió.

Lo que me gusta